Entre las muchas enfermedades articulares que pueden acometer a cualquier persona, los casos de artritis vienen asumiendo paulatinamente datos crecientes y, al contrario de lo que piensan algunas personas, no es una "enfermedad de viejos".
A grosso modo, es una inflamación, con grados diversos, de una o varias articulaciones, pudiendo causar dolor, hinchazón y/o restricción de los movimientos articulares. Esta enfermedad puede afectar desde algunas partes óseas, hasta ligamentos, tendones, otros tejidos conjuntivos y partes blandas. Por eso, los diversos nombres conocidos relacionados a este mal: osteoartritis, artritis reumática, juvenil etc. Es obvio que el primer profesional a diagnosticar y definir el tratamiento es el médico. Conforme el grado en el que se encuentre la enfermedad entran como parte del tratamiento, el fisioterapeuta y el profesional de Educación Física. Con toda seguridad los ejercicios son apenas una parte del tratamiento pudiendo ser, según cada caso, los aeróbios, los de flexibilidad y los de fuerza.
Los aeróbios contribuyen para disminuir el peso corporal. Menos peso, menos sobrecarga en una articulación ya comprometida, lo cual conlleva a disminuir el sufrimiento y el dolor. Parece lógico, verdad?
La importancia de los ejercicios de flexibilidad está en fortalecer las articulaciones, en ciertos casos, por lo menos puede evitar que las amplitudes empeoren. Los de fuerza contribuyen para una buena base muscular, protegiendo las articulaciones afectadas.
En la "Tufts University", investigadores trataron a sus pacientes con artritis reumática con un entrenamiento de alta intensidad, por medio de pesas, durante 12 semanas. Los resultados mostraron que los pacientes tuvieron una reducción significativa del dolor en las coyunturas, así como reducción de la fatiga, además de un gran incremento de fuerza. En un estudio en "Nebraska University" con pacientes con osteoatritis en las rodillas, los investigadores aplicaron un entrenamiento con pesos por un lapso de 8 semanas. Otros pacientes fueron utilizados como grupo de control. Fue verificado que el trabajo con pesas causa una reducción significativa del avanzo de la artritis. Una vez más, miren la intervención de la musculación ... Y todavía hay gente que la condena.
En la mayoría de los casos, la artritis por sí sola, según algunos médicos que consulté antes de preparar este artículo, no contraindica ejercicios físicos, siendo inclusive recomendados por los profesionales relacionados a la Medicina Deportiva. La cuestión es saber cual ejercicio realizar de acuerdo con cada situación. A principio el ejercicio que provoca un dolor leve, lógicamente, debe ser evitado. Por ejemplo. Intentó pedalear, le dolió? Trate de hacer musculación, utilizar la caminadora o también gimnasia localizada. Talvez el ejercicio que le guste más al individuo, no sea el más indicado en ese momento.
Más que nunca, la noción de ergonomía juega un papel fundamental, ya que no basta ejecutar los ejercicios correctamente. Los movimientos del día a día; sentarse, levantarse, caminar, acostarse, agarrar un peso aquí o allá, si la postura no está siendo llevada en consideración, la artritis puede empeorar o no mejorar. Sirve de algo hacer un ejercicio correctamente y después sentarse todo chueco?
La selección de las actividades debe seguir la premisa basada en el placer de hacer el ejercicio, para que se vuelva un hábito. En casos más dolorosos el uso de calor profundo o periférico, hielo y etc. será recomendado, siendo muchas veces necesario el trabajo en equipo entre el médico, el fisioterapeuta y el profesional de Educación Física. No hay un límite claro de donde comienza el trabajo de uno y donde termina el del otro. Articulaciones con movimientos más limitados pueden exigir inclusive masajes específicos dados por un profesional con experiencia.
Otro tratamiento alternativo, ya reconocido por la clase médica, es el de la acupuntura, cuyo fundamento está en la estimulación eléctrica de nervios sensitivos y liberación de endorfina, aliviando los dolores.
Cada tipo de artritis exige un tratamiento y ejercicio específicos. Generalmente el dolor que persiste, la hinchazón, la fatiga exagerada, reducción de los movimientos al contrario de aumentar, pueden ser indicadores de que los ejercicios no están siendo realizados en la medida apropiada. Algo estás errado.
Finalmente, la artritis es un mal que exige cuidados y la orientación precisa. Pero no llega a ser un "monstruo de 7 cabezas".
Créditos:
Traducción copyright © Natalia Roggiero Barbieri
Texto copyright © Luiz Carlos de Moraes - Profesional de Educación Física
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